Cuando los objetivos de la digitalización se inscriben en el plan estratégico de la empresa, el futuro se presenta brillante, con mejoras de la eficiencia y abundantes beneficios económicos. Especialmente en el sector público, hay motivos para abrazar la digitalización para garantizar mejores servicios a menor coste para la sociedad.
Los consultores y proveedores cuentan con una sólida experiencia y conocimientos en la materia, junto con sistemas probados y maduros.
A pesar de un potencial de beneficios sólido y creíble con proveedores experimentados en el equipo, hay motivos para armarse de valor. Por desgracia, muchas empresas acaban electrificando los procesos existentes y desaprovechan las ventajas de la digitalización.
Digitalizar = el modelo de negocio, la organización y los procesos están diseñados para aprovechar la tecnología de hoy y de mañana. Utilizar la tecnología para innovar, simplificar y mejorar los procesos.
Electrificar = mantener el modelo empresarial, la organización y los procesos con su complejidad y diseño, pero implantándolos en un nuevo sistema.
¿Cuáles son los primeros indicios de que los procesos se electrifican en lugar de digitalizarse?
- Falta de generalización de los procesos, con un continuo deseo de soluciones especializadas.
- La especificación de requisitos antes de la solución se vuelve demasiado detallada en una fase temprana de un análisis "tal cual" sin optimizar la solución en un estado "por hacer".
- La siguiente afirmación está arraigada en la organización: "El sistema está ahí para apoyar nuestros procesos existentes, no deberíamos tener que adaptarnos al sistema". Aquí resulta que no hay margen para revisar los propios procesos y la capacidad de cambio es escasa.
- No tiene una estrategia clara sobre cómo utilizar las mejores prácticas para reducir costes y complejidad. Pierde las ventajas de reducir los costes del proyecto y del ciclo de vida.
- Falta de competencias digitales (= Comprensión del negocio y la tecnología x Voluntad y capacidad de transformación).
- Nadie posee los datos maestros/registrales en la organización ni garantiza su calidad.
- La digitalización no es un hilo conductor de los planes estratégicos y operativos de la organización.
Otras características del programa de digitalización que deberían ser motivo de preocupación;
- No te has hecho a la idea del panorama de riesgos en el que estás entrando, y te olvidas de tener en cuenta una situación en la que se están introduciendo más iniciativas estratégicas, lo que en sí mismo hace que el panorama de riesgos sea más desafiante.
- Baja madurez en la realización de beneficios. Las estadísticas de EE.UU. muestran que con una alta madurez en la realización de beneficios, un 46% más de proyectos terminaron con éxito desde el punto de vista de los beneficios.
- No se han previsto los retos que plantea la gestión cotidiana de una empresa mientras el programa requerirá una atención considerable por parte de la misma. El plan de recursos para la cartera tiende a ser poco claro.
- La organización no ha conseguido la aceptación interna de todas las partes interesadas. Esto es especialmente importante en las organizaciones internacionales.
- No hay una comprensión clara de las dependencias entre el programa de digitalización y otras iniciativas estratégicas y cómo éstas se desafiarán mutuamente en términos de escasez de recursos y dependencias críticas.
- La metodología del proyecto para el programa individual no se selecciona en función de la estrategia de cambio
Sin duda, la mayoría de las empresas ya han pensado en ello, pero desgraciadamente no basta con tomarlo "a título informativo", sino que debe incorporarse a los planes estratégicos y operativos para evitar un consumo de costes y un estrés innecesarios en la organización.
¿Y la conclusión? Aproveche las lecciones aprendidas de la digitalización y asegúrese de que su organización está lo más preparada posible para los retos que se avecinan.


